Impactada quedé al leer la noticia “BlackBerry te regala 400 USD más un bono de 150 USD a cambio de tu iPhone”. Inevitablemente abrí la noticia -era cierto- mis ojos no me engañaban. El 24 de septiembre BlackBerry lanzó el “Passport”. Su estrategia -agresiva- de mercadotecnia sobrepasó los límites. Ellos dicen: “te regalo 550 dólares por tu iPhone”, yo leo: “ya se que no lo quieres ni regalado, te pago, lo que sea. Por favor, por un minuto, sostén mi nuevo teléfono que a nadie le ha gustado”. Por lo menos esa percepción me invadió, automáticamente pensé en el Begging Marketing. Si no existe, BlackBerry lo acaba de lanzar de lleno al ruedo de los conceptos mas cool de marketing.
Después de analizar y buscar un error en todo lo que había leído. Busqué desesperadamente a mis colegas maravillosos para debatir el tema. Todos estaban dormidos; así que no me quedó mas remedio que debatir conmigo misma. Me pregunté que otro caso de begging marketing había presenciado sin catalogarlo tan severamente y aquí se los menciono de uno por uno.
Dinero a cambio de que me aceptes. Algunas marcas -como BlackBerry- perdieron toda la dignidad. Ofreciendo dinero por su producto, quiero seriamente imaginarme a la persona encargada de semejante estrategia. Que demonios estaba pensando ¡¿qué?!, el producto tiene tan poco valor que tengo que pagar para que lo acepten ¿dónde está el negocio? entonces pone de manifiesto que el costo del producto es tan bajo que sigue siendo rentable pagar porque lo usen. Sabritas, tú tampoco te salvas. Recuerdo muy bien tu dinero en efectivo dentro de las bolsitas de papas.
Emplayar: Me compras un litro de agua y te regalo tres galones de leche, una pelota y el autógrafo de Ricky Martin. Práctica común en los autoservicios, “mi producto es tan mediocre que tengo que regalarte otros cuatro más para que me hagas el favorsísimo de comprarlo”.
Recuerdo no hace más de 10 años que regalar algo en el autoservicio era el hit, la gente valoraba el regalo ¡no lo podía creer!, es más, recortaban cupones y los intercambiaban por el regalo maravilloso rotulado con la marca. Pasó el tiempo y dejaron de aceptar regalos con marca “si me vas a regalar no pongas el logo, no me condiciones”, fue el sentir general.
Después pasamos a la etapa del “no gracias”, ni regalado, si el cliente / consumidor no necesitaba ese producto, simplemente lo ignoraba. ¿Qué pasa ahora? las marcas se han despedazado en el punto de venta por ver quien regala más. En vez de -vuelvo y repito- agregar valor a su producto.
Recomendaciones: Gracias por su estadía ¿me llena una encuesta?. Rogar como estrategia de mercadotencia también incluye las peticiones inoportunas de los restaurantes u hoteles que después de consumir te piden una recomendación (aplica también para las compras online).
Todos sabemos el poder que tiene una recomendación, pero también sabemos (los consumidores) cuando éstas son genuinas, ¿quién no ha comprado por internet basándose en las reviews? El consumidor hoy en día está informado. Es mucho más inteligente por las herramientas de comunicación que posee. Él es el que tiene el poder de darle valor o no a nuestra marca. Así que haz el favor de hacerles vivir una experiencia maravillosa para que -espontáneamente- te recomiende. Si se lo pides resulta completamente forzado y pierde credibilidad.
Por favor dame un retuit. Si, yo también lo he hecho, es más, creo que hasta he amenazado a mis amigos haciéndoles ver que si no comparten mi contenido la gente se enterará de algún secreto oscuro. Lo acepto. Pero, hay que saber cuando parar, una cosa es pedírselo a los amigos y arreglar las cosas en petite commité que andar por la vida pidiéndole a todo tu timeline que comparta.
A ver. Seamos sinceros, cuando alguien nos arroba y nos pide compartir el contenido, bueno la primera vez me sentí alagadísima, o sea ¡me están pidiendo mi opinión! creo que hasta mariposas en la panza sentí (si, lo sé fuí una estúpida), y al visitar el timeline de la persona vi una ristra interminable de tuits idénticos al mío ¡solo cambiaba la arroba!, me sentí “del montón”, creo que todavía no lo perdono. Entonces pensemos ¿es una buena estrategia de mercadotecnia? definitivamente no.
Ya que me seguiste en twitter ahora sígueme también en facebook, instagram, google+, vine, pinterest. Porfis. ¿A razón de qué? ¿qué le estamos ofreciendo? Antes de seguir pidiendo, arrastra un poco el lápiz, identifica a tu audiencia y crea contenido de valor, despierta su curiosidad. Haz que mantenga su atención en tí por el beneficio que le vas a traer a su vida. Tú eres un producto, una marca, deja de mandar el mensaje “cómprame por que si. Por favor, porque si no lloro”. Piensa.
Mendigando donativos. Léase Cruz Roja, asociaciones, cáncer, niños maltratados, adultos mayores, mascotas y la kermesse escolar. Todos necesitan donativos para funcionar, vaya, para existir. Además todos tenemos un ser caritativo que vive en nuestro interior, pero aquí viene el mayor “pero”, no más no nos alcanza para pagar tanto boleto de rifas, ni se diga cuando piden cash.
Entonces ¿qué hacer? obviamente mendigar no es la respuesta, ya todos nos volteamos para otro lado y el inner sweet sufre, pero no hay dinero que alcance ¡por dios! necesitamos ser millonarios para cumplir con tanta solicitud de donación.
Un ejemplo: diganme ustedes que pasó con el Ice Buckett Challenge: Para empezar, nadie sabíamos de su existencia, ni de la asociación, ni de la enfermedad. Sin embargo, con una brillante idea recaudaron en 2 meses 115 millones de dólares, comparado con los 2.6 millones del mismo período del año anterior. Además el impacto publicitario fue de más de 393 millones de resultados en Google y redes sociales, 2.4 millones de videos compartidos en Facebook y más de 4 millones de tuits publicados.
¿Hubieran reunido esa cantidad pidiendo donativos? No lo creo. Ahora díganme ustedes ¿qué creen que marcó la diferencia? ¡Exacto! una estrategia de mercadotecnia brillante y si, yo también participé y doné a ALS con muchísimo gusto.
Ahora:
El común denominador en el begging marketing es la total y absoluta falta de creatividad. Hay que generar valor, a nadie le gustan las víctimas. Deja de dar lástima y PONTE A TRABAJAR.