Hace un par de meses me contrató una empresa porque sus ventas estaban en franca caída y no sabían por qué, entonces fuimos al ataque. Después de hacer un diagnóstico profundo offline y online, el resultado fue: “Está roto el vestidor” Hace días les he estado hablando del Core Business Marketing, una definición que inventé (la verdad), es el 1-2-3 que lo puede encontrar en alguna columna anterior.
El punto uno es el capital humano y aquí es donde está la bronca principal. Esta expresión la escuché del gerente comercial, cuando terminé de explicar la situación fue lo que dijo en conclusión: Está roto el vestidor. “¿A qué te refieres?, explícame”, le pedí.
Es un término que se utiliza en el deporte, específicamente en el futbol; cuando hay división, empiezan a hacerse grupos entre el equipo, el entrenador ya no puede controlar entonces es cuando se utiliza este término. ¿Por qué sucede esto? Puede haber varias razones, yo aquí le resumo cinco: Cuando contrata a un recurso nuevo y le paga por encima de todos los demás.
¿Sabe lo que eso provoca? Los que ya están en la empresa van a pegar de gritos, y si encima la nueva adquisición “no mete goles” la cosa se pondrá peor. Entonces al contratar más gente por el amor de Dios, apéguese a un perfil de puestos y respete los sueldos vigentes.
No contrate estrellitas. Cuando ponen de líder a alguien que no da el ancho. Muchas veces nos da por ascender a un colaborador por antigüedad y no por capacidad y ahí tenemos un gravísimo problema. Usted tiene que tener claro que un buen colaborador puede tronar si lo suben de puesto, además va a generar un conflicto con su equipo si no tiene habilidades de liderazgo.
No respetar el organigrama. Sí, se lee lógico pero créame que no lo hacen, primero de una revisada al organigrama, entonces usted como jefe no ande pidiendo a ventas lo que recursos humanos debe de resolver ¿me sigue? Hay que seguir la línea de comunicación, establecer cuáles son los canales oficiales, dar a conocer las políticas de uso de WhatsApp y correo electrónico corporativo.
Cuando hay muchos jugadores y pocos puestos. Mire el tiempo libre, abona al radio pasillo, al chisme; además que, literal, tiene en la banca a recursos frustrados, ejemplo: Tiene coordinador de recursos humanos, de capacitación, de salud organizacional, de capital humano… todos haciendo lo mismo. Haga eficiente su estructura, si hay mil gerentes, mil jefes y dos empleados algo esta muy, muy mal.
Mejor ponga un líder (jefe o gerente) y agrupe las funciones y responsabilidades ¡perfiles de puestos! Cuando no hay comunicación. Hay veces que ni nos enteramos de lo que sucede, yo le llamo “ceguera de taller”, los problemas son tan evidentes que no los vemos.
Los colaboradores pueden odiarse y fingir muy bien el “todo bien” y cero trabajo en equipo, cero empatía y así jamás va a funcionar nada. Tiene que establecer procedimientos de supervisión, canales de comunicación, escuche, suena tan fácil, pero tan difícil de hacer. Si se da cuenta, todo radica en el orden, en la disciplina y en la asertividad. Eche un ojo en su empresa ¿cómo está el vestidor? Si usted tiene ceguera de taller para eso estamos los externos, para ver mas allá de lo evidente. Búsqueme en mis redes sociales.