«Por mientras»
“Necesito que nos ayudes”, acudí a la cita, un cliente me necesitaba, estaba en serios problemas, no solo de marketing, vislumbraba problemas de supervivencia en el futuro.
Le platico un poco sobre nuestro procedimiento, dependiendo de la gravedad de la situación, lo primero que llevamos a cabo es un diagnóstico, donde hacemos básicamente auditorías, revisamos como está la reputación de la marca social y digitalmente.
Nos aseguramos que sus canales de comunicación estén en orden, desde ahí planeamos y diseñamos estrategias a corto, mediano y largo plazo. Hay ocasiones donde el cliente realmente necesita una “intervention” y el tema se extiende a revisar estados financieros, organigramas, controles, procesos y procedimientos. Nuestro método ha funcionado siempre y cuando el cliente haga su parte.
El asunto es que hay una parte de la metodología donde hay un tiempo entre la crisis y la estrategia a corto plazo: He aquí el Plan M, sí, está todo maravilloso y el futuro es prometedor pero ahora, ¡ahorita! (yo sé que la RAE no admite esa palabra, pero convengamos que urge que la incorporen), “antes de implementar las maravillosas estrategias ¿qué hago?, ¿mientras qué, díganme qué?”. Es lo que todos mis clientes en esa situación dicen.
Generalmente el Plan M tiene un enemigo que se llama “La Operación”, ésta que no nos deja hacer absolutamente nada, es protagonista, egoísta y primero es ella y luego ella; aquí es donde se complica la cosa.
Cuando la liquidez obedece exclusivamente a ‘La Operación’, pues no hay estrategia que valga, porque hay que tomar decisiones en función a prioridades, en otras palabras: tenemos el agua hasta el cuello, la única solución posible es instalar de forma inmediata el Plan M.
Bien, entonces necesitamos identificar aquellas acciones prioritarias que nos harán volver al carril. Evidentemente no tengo una solución mágica, pero le puedo compartir el común denominador que he encontrado en mas de 20 años de experiencia.
3 pasos para acabar con el Por Mientras
1. Para obtener liquidez hay que vender más y en ‘cash’
O sea olvídese de los créditos, piense ¿a qué mercados usted puede venderle más? ¿No identifica ni uno actual? Entonces plantéese buscar nuevos mercados. Si solo le vende al público, considere ventas corporativas, todo depende de su producto o servicio y su target. Póngase creativo, reúna a su equipo de ventas y pregúnteles ¿a quién más le podemos vender? ¿A quién de nuestros clientes podemos venderle más?
2. Cierre la llave
No solo se trata de vender más si no de ahorrar, identifique las fugas de dinero y aunque sean pequeñitas, créame que suman; agarre su papelito y su lápiz y anote todos los gastos, además de una buena supervisión en todo su proceso, no sabe lo que se encuentra; ¿hace cuánto que no se da una vuelta a la caja? Haga una lista rigurosa de los gastos que puede recortar.
3. No entre en pánico
Cuando una empresa tiene problemas el clima se vuelve denso, pesimista, porque todo el mundo se queja, se huele la mala suerte y provoca incertidumbre. Entonces, usted deje de quejarse, implemente una nueva actitud de “ya sé que no nos está yendo bien, pero lo estamos resolviendo”.
Verá cómo poco a poco implementa su Plan M que es la antesala de su estrategia a corto plazo. Cuénteme cómo le fue, búsqueme en mis redes sociales.